Resultados de elecciones parlamentarias de Cuba en 2023

Cerca de la tercera parte de los cubanos con derecho al voto no asistió a las urnas, anuló la boleta o la dejó en blanco en la votación del 26 de marzo de 2023 que confirma la membresía de la décima legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular de 2023 a 2028. La abstención fue la más alta de la historia de las elecciones parlamentarias cubanas (24,6%; había sido de solo el 14% en las elecciones anteriores de 2018); aunque similar a votaciones recientes, como el referendo por el Código de las Familias de septiembre de 2022 (25,88% del padrón).

Según estas cifras oficiales del Consejo Electoral Nacional —la máxima autoridad electoral del país, que se subordina al Partido Comunista de Cuba y no permite observación de partes independientes ni ningún otro tipo de fiscalización del proceso— la abtención del 31,41% vista en las recientes elecciones de delegados de noviembre de 2022 disminuyó a cerca del 26% en estas elecciones nacionales.

La Habana fue la provincia con mayor cantidad de abstenciones, votos en blanco y anulados, para un total combinado de más de medio millón de personas (40% del padrón local) optando por una de estas opciones.

Las elecciones nacionales se realizan cada cinco años para ratificar a los diputados que integrarán la Asamblea Nacional del Poder Popular. Estos candidatos son seleccionados previamente por comisiones de candidatura conformadas por representantes de organizaciones para-estatales y el número de escaños a validar (407) coincide con la cantidad de propuestas que van a sufragio.

Un diputado resulta electo cuando obtiene más de la mitad de los votos válidos emitidos (Art. 208 Ley Electoral), sin que haya establecida ninguna cantidad mínima de asistencia a urnas para validar la elección. Este sistema garantiza que solo lleguen a ser nominados individuos que tienen la aprobación de dichas comisiones, y que una vez nominados sea prácticamente imposible que no resulten elegidos, puesto que incluso con una participación de solo una persona que vote a su favor ya conseguirían el 100% de los votos válidos.

En el proceso no se admite la participación de fuerzas políticas independientes, ni observación ni auditoría. Los medios de comunicación realizan campaña abierta en favor del voto por todos los diputados; se activan mecanismos institucionales para inducir la asistencia a las urnas, a pesar de que el voto no es obligatorio en Cuba, y durante la jornada electoral y previo a la misma aumenta la represión por parte de los órganos de la Seguridad del Estado contra activistas, opositores y ciudadanos disfuncionales al éxito propagandístico y político del proceso en función de los intereses del PCC.